AUTOESTIMA INFANTIL

alentemos a los niños en sus logros para fomentar su autoestima
La autoestima es el grado de aceptación y estima que profesamos hacia nosotros mismos, y que surge de la información objetiva sobre uno mismo y la evaluación subjetiva de dicha información. La autoestima es diferente del autoconcepto, que es el conjunto de elementos que una persona utiliza para describirse a sí misma



Un niño está construyendo al crecer el concepto de sí mismo:

  • Va formándose una idea de quién es, si gusta o no, si es aceptado o no. 
  • Irá creándose unas expectativas acerca de sus posibilidades. 
  • Se encontrará bien consigo mismo o, por el contrario, a disgusto con lo que hace. 
  • Se creará una predisposición a disfrutar con los retos de la vida; o a padecer, a lamentarse, a ver lo negativo. 

RESILIENCIA: ENSEÑANDO A LOS NIÑOS A LUCHAR CONTRA LA ADVERSIDAD

¿QUÉ ES LA RESILIENCIA?


animar a los niños a superar las adversidades les convierte en resilientes
La resiliencia es la capacidad de una persona para seguir proyectándose en el futuro a pesar de acontecimientos desestabilizadores, de condiciones de vida difíciles y de traumas a veces graves.



La resiliencia se sitúa en una corriente de psicología positiva de fomento de la salud mental y parece una realidad confirmada por personas, que aún habiendo vivido una situación traumática, han conseguido encajarla y seguir desenvolviéndose y viviendo, incluso, en un nivel superior, como si el trauma vivido y asumido hubiera desarrollado en ellos recursos latentes e insospechados. La resiliencia supone un ajuste óptimo a la realidad personal.

LOS CELOS ENTRE HERMANOS

Los celos son un estado afectivo en el que el niño tiene miedo a perder el cariño y la atención de alguien querido. El niño celoso comienza a tener conductas disruptivas con el afán de mantener la atención y el cariño de los adultos.

CAUSAS DE LOS CELOS INFANTILES

los celos infantiles son una reaccion que se puede prevenir antes de la llegada del hermano
 
 
 
La rivalidad entre los hermanos es una situación normal e inherente al ser humano, en el que los niños "compiten" por el cariño y atención de sus progenitores, sin embargo, hay situaciones que escapan de la normalidad. Las causas de los celos manifiestos entre hermanos pueden ser:




Privilegios a uno de los hermanos: A veces se le conceden al hermano mayor y ocasionan celos en el menor. En otras ocasiones la aparición de un hermanito hace que el mayor sienta que ya no le prestan toda la atención y que hay que organizar la vida familiar a expensas del horario del pequeño, lo que le provoca frustración. Los hermanos que ocupan un lugar intermedio suelen ser más independientes, y buscar amistades y fuentes de afecto fuera del núcleo familiar

Momento evolutivo del hijo: si aparece un nuevo hermano cuando el anterior no ha superado la fase de apego a la madre, probablemente comience una etapa de exigencia de atención constante. 

La preferencia de los padres hacia un nuevo hijo de sexo diferente 

Las características distintivas de los hermanos: hay dificultades físicas, intelectuales o de personalidad que pueden suponer que los padres se vuelquen en ese niño, con lo que el otro hijo puede sentir que no valoran suficientemente sus esfuerzos (colegio, deportes, comportamiento), halagando siempre al hermano "que todo lo hace mal" 

El nivel de sensibilidad de los hijos: hay niños más sensibles, más necesitados de afecto o con mayor dependencia de los padres que sufren con el "reparto" de cariño

CÓMO SE MANIFIESTAN LOS CELOS EN LOS NIÑOS

Algunos comportamientos frecuentes son:


  • Rivalidad abierta que se manifiesta de forma verbal ("quiero que te lleves al hermanito") 
  • Actuaciones agresivas hacia el bebe: de la palabra se pasa a la acción 
  • Hostilidad hacia la madre, con oposición frontal y conductas de rechazo 
  • Hostilidad hacia sí mismo 
  • Regresar a comportamientos infantiles 
  • Signos de infelicidad o de frustración, con lloro frecuente, momentos de tristeza 
  • Negativismo 
  • Escaso apetito 
  • Sueño irregular 
  • Cambios de estado de ánimo 
  • En casos extremos pueden aparecer vómitos, mareos, terrores nocturnos, insomnio, etc 
  • Conductas desafiantes 

En todos los casos el niño siente culpabilidad por su conducta 

CÓMO AYUDAR AL NIÑO QUE TIENE CELOS DE SU HERMANO RECIÉN NACIDO



Estos son algunos consejos para ayudar al "Príncipe Destronado" antes de la llegada del hermano:
  • Preparar al niño diciéndole que se le va a querer igual y que no perderá ningún privilegio 
  • Leer cuentos o historias sobre la llegada de un hermanito en el que se incida en el aspecto positivo 
  • Trabajar sobre el control de emociones 
  • Mostrarle fotos de cuando él era bebe, contarle las atenciones que se le prestaban 
  • Hacerle partícipe en la preparación de la llegada del nuevo hermanito 
  • No hacer grandes cambios (cambiarle de habitación, tirarle juguetes para hacer sitio) 

Consejos una vez que haya llegado su hermano: 


  • Respetar las rutinas que se tenían, llevarle a las mismas actividades de ocio o deporte 
  • Aumentar las muestras de afecto, valorar todo lo que haga 
  • Buscar momentos para pasarlos a solas con él 
  • Advertir a los familiares de que eviten expresiones que puedan herirle ("ahora vais a tener que compartir") 
  • Fomentar la relación con su hermano, darle pequeñas responsabilidades 
  • Hacer alusión a las ventajas de tener un hermanito ("cuando crezca un poco podréis jugar juntos") 
  • Evita frases que recriminen sus acciones respecto al pequeño 
  • Estimular con expresiones positivas todo acercamiento 
  • Involucrare en el cuidado del pequeño 

ACTITUDES DE LOS PADRES PARA EVITAR LA APARICIÓN DE LOS CELOS 

  • Evitar gritos y descalificaciones 
  • No mostrar atención y dedicación excesiva hacia uno de los niños en concreto 
  • Evitar los privilegios de uno de los niños frente a los otros 
  • Se deben evitar las comparaciones 
  • Premiar al "chivato" 
  • Comentar con vecinos, amigos y familiares las cualidades de uno de los niños 
  • Trato irónico respecto a conductas inadecuadas 
  • Presionar al mayor para que tome responsabilidades en el cuidado del pequeño 
  • Fomentar la competitividad entre hermanos 
  • Tomar en cuenta conductas propias de bebé (impropias para su edad) 
Respecto a las conductas positivas de los padres: 

  • Fomentar la cooperación entre hermanos 
  • Observar y reflexionar sobre las conductas celosas sin reaccionar de forma exagerada 
  • Tratar con afecto y atención frecuente a los niños 
  • Favorecer el juego con todos los hijos 
  • Promover un clima de sosiego y tranquilidad 
  • Analizar las posibles causas de los celos para poder rectificar nuestra conducta 
  • Educar a los niños en el control de emociones y resistencia a la frustración 
  • Conseguir establecer rutinas y disciplinas sin cambios de criterio 
  • Respetar el espacio de juego e intimidad de cada hijo 
  • Dar responsabilidades y privilegios según la edad 
  • Valorar a los hijos tras la realización de las tareas asignadas 
  • Resaltar la importancia de tener hermanos y la felicidad que conlleva 
  • Dar afecto sin distinción de edad 










LA "TABLET" COMO MAGNIFICA FORMA DE METER LA PATA EN LA EDUCACIÓN

NIÑOS ADICTOS A "LA TABLET"

Hoy en día casi todos los niños tienen o quieren una tablet (curiosamente, según me comentaba una profesora de un colegio de difícil desempeño, no tienen libros pero sí tablet). Se ha convertido en una herramienta indispensable para los niños desde muy pequeños.

Muchos padres no están de acuerdo con este tipo de juegos, pero sin embargo ceden a la presión social ("todos lo tienen"), sin pararse a pensar que tal vez los primeros que la tuvieron fueron niños a los que sus padres no les apetecía pasar ni cinco minutos jugando con ellos y era una manera de quitárselos de encima.

Y ahora empiezan las quejas en la consulta. Quejas, por supuesto, referidas a los niños, porque...eso de hacer introspección parece que va costando.


Un niño que tiene como juguete preferido una tablet NO interactúa con otros niños: se vuelve muy individualista y carece de iniciativa a la hora de inventar juegos o proponer otras formas de jugar. Dan al "on" y ya la maquinita va marcando el ritmo

El desarrollo de la empatía se paraliza (lo de empatizar con una maquinita es algo así como complicado) y el aprendizaje de cuestiones tan sencillas como la asunción de responsabilidades se torna algo complicado cuando lo peor que puede pasarnos es que se encienda un "game over" en la pantalla.

Que un niño de 8 años se niegue a lavarse los dientes y monte un follón descomunal porque su tablet está sin batería debería hacer que nos replanteáramos qué tipo de valores fomentamos en nuestros hijos, y especialmente, cuánto tiempo invertimos en enseñarles lo más valioso que tenemos: la propia experiencia de nuestra infancia.

Deshumanizamos a nuestros pequeños, les privamos de la adquisición de las habilidades sociales que representa el contacto con amigos o familiares, les aislamos y empezamos a verles como un elemento decorativo del hogar, quejándonos cuando no hacen lo que queremos, sin reparar en que a ello les estamos abocando.

Es una desgracia ver en muchas casas que hasta la mascota familiar interactúa más con los padres que el niño atontado con una maquinita y convirtiéndose en uno de los muchos potenciales clientes de la profesión con más futuro en diez años: el fisioterapeuta.

Nos quejamos por no conseguir el niño cuando privamos a nuestros niños de la infancia.

¿Terminaremos los terapeutas de conducta enseñando a los padres a hablar y a jugar con sus hijos?

DESARROLLO EVOLUTIVO

el niño crece físicamente pero tambien en habilidades





0-3 MESES



Se orientará en su nuevo ambiente a través de los sentidos. Necesita de vosotros para poder llegar a conoceros: habladle, cogedle, acariciadle.


1 MES. Me paso casi todo el día durmiendo plácidamente. Sólo me despierto y lloro si tengo hambre o estoy incómodo. Me tranquiliza oir tu voz y aprendo a mirarte. Si me pones boca abajo puedo levantar la cabeza unos instantes. 

2 MESES. Estoy más rato despierto y me interesa ver lo que hay a mi alrededor. Los ruidos fuertes me sorprenden. Me gusta mirarte a los ojos y si te mueves te seguiré con la mirada. Cuando me hables o acaricies te responderé con sonrisas o sonidos. Me llaman la atención los objetos móviles y de colores vivos. 

3 MESES. Me gusta mirarme las manos y juego con ellas. Si te acercas mucho quizás te tiraré del pelo y te tocaré la cara. Cuando me hables, contestaré con sonidos. Al cogerme en brazos puedo sostener la cabeza erguida un rato. Boca abajo me sostengo sobre los brazos y levanto la cabeza. 

Si a los tres meses el niño no sonríe, no es capaz de fijar la mirada o no sostiene bien la cabeza consulte al pediatra. 

4-6 MESES

Va ampliando su mundo a través de las vivencias y gracias a la posibilidad de manipular los objetos. Establece un lazo afectivo con las personas que le rodean.

- 4 MESES. Me oriento hacia los sonidos y gorjeo y grito para llamar tu atención. Reiré a carcajadas cuando juegues conmigo o me hagas cosquillas. Al mostrarme un objeto intentaré cogerlo. Si me lo pones en la mano seré capaz de sostenerlo y me lo llevaré a la boca. 

- 5 MESES. Me divierto jugando con mis pies y mis manos. Esto me ayuda porque me enseña a moverme. Si me dejas el sonajero al alcance de la mano lo cogeré y lo haré sonar. Reconozco a quienes están conmigo.Si me mantienes sentado soy capaz de sostener bien la cabeza.. 

- 6 MESES. "Te contesto" con sonidos cuando tú me hablas. Puedo coger fácilmente los juguetes que me dan. También me cojo de los pies y así voy descubriendo mi cuerpo. Boca abajo estoy tranquilo y me sostengo apoyado sobre las manos. Puedo voltear. 

Si a los seis meses el niño no tiene interés ni intención de coger objetos o bien no usa alguna de las dos manos consulte al pediatra 


7-9 MESES

Es capaz de mantenerse sentado de una forma cada vez más estable. Además de coger objetos es capaz de manipularlos y explorarlos. Reclama más a la madre y no le gusta que le dejen con extraños.

- 7 MESES. Si me das de comer algo que no me gusta cerraré la boca y no querré comer más. Puedo decir ga, ta, da... y me gusta repetirlo. Me llaman la atención los objetos y los exploro dándoles vueltas en mis manos. Soy capaz de sostenerme un ratito sentado pero necesito apoyarme delante con las manos para no caerme. 

- 8 MESES. Lloro porque te has ido de mi lado y me dejas con extraños. Si un juguete me gusta me esforzaré por alcanzarlo aunque esté lejos. Me divierte tirar los objetos para ver como caen y oir el ruido que hacen. Quiero conocer mi entorno y los intento rastreando. 


- 9 MESES. Me gusta que me cojas y estiro los brazos cuando estás cerca. Puedo palmotear y decir adiós con la mano. Sé cuando voy a ir de paseo y esto me gusta. Miro y escucho y voy aprendiendo cosas nuevas. Puedo jugar reteniendo un objeto en cada mano y me gusta hacerlos sonar. Ya puedo coger cosas pequeñas. Puedo estar sentado sin peligro a que me caiga. 

Si a los nueve meses no se sostiene sentado, no se interesa por mirar o tocar las cosas o no parlotea, consulte al pediatra. 

10-12 MESES 

Puede estar sentado de forma estable sin necesidad de apoyo. Tiene gran interés por los juguetes. Con el fin de explorar el entorno buscará algún medio de desplazarse. Progresará en su comunicación gestual y verbal. Empezará a emitir sus primeras palabras. 

- 10 MESES. Me llaman la atención los objetos desconocidos e intento cogerlos. Si veo que me escondes un juguete sabré donde está e intentaré descubrirlo. Cogido de los barrotes de mi cuna puedo ponerme en pie. Puedo gatear si me has dejado en el suelo. 

- 11 MESES. Reconozco cuando me nombran a papá o a mamá y los busco. Si me dices "dame", alargándome la mano, me acerco ofreciéndote lo que me pides. Al decirme que no, te miraré sorprendido. Me gusta comer solo y puedo hacerlo con los dedos. 

- 12 MESES. Os llamaré diciendo papá y mamá y entenderé muchas cosas de las que digáis. Puedo introducir unos objetos dentro de otros y hacer torres simples con cubos grandes. Intentaré recorrer la casa solo o con ayuda, gateando o cogiéndome a los muebles. Abro los cajones para ver los que hay dentro. 

Si a los doce meses el niño no es capaz de sostenerse en pie asido a un mueble (aunque no camine), no busca la comunicación con el adulto o no explora a los nuevos juguetes consulte al pediatra. 

14-18 MESES

La posibilidad de desplazamiento y la habilidad manual le harán más independiente del adulto y le darán un mayor conocimiento de su entorno.

- 14 MESES. Me interesarán los juguetes de los otros niños e intentaré cogérselos. Cuando me miro en un espejo me hace gracia verme reflejado. Me gusta esparcir por el suelo todos mis juguetes. Soy capaz de caminar solo o empujando un cochecito. 

- 16 MESES. Puedo señalar y nombrar algunos objetos. También conozco partes de mi cuerpo. Soy capaz de beber solo cogiendo la taza con las dos manos. Utilizo la cuchara. Me gusta que me leas un cuento y señalaré los dibujos grandes. Puedo pasar páginas. Soy capaz de tiraros una pelota y me gusta repetir este juego. 

- 18 MESES. Me gusta jugar al escondite y se ir a buscarte cuando estás escondida. Ya puedo quitarme alguna pieza de ropa (los zapatos o los calcetines) y ayudarte a vestirme. Si me das un papel grande me gusta hacer garabatos con colores vivos. Puedo ponerme en pie sin necesidad de ayuda y agacharme a coger un juguete. Subo las escaleras gateando y sé correr un poquito y saltar un escalón. 

Si a los dieciocho meses aún no camina o desconoce el nombre de algunos objetos o personas familiares consulte al pediatra. 

1-2 AÑOS 

Imita al adulto en tareas simples. 

Repite las acciones que producen risa o atraen la atención. 

Juega con 2 0 3 niños de su edad. 

Comparte objetos o comida con otro niño cuando se le pide. 

Obedece tres órdenes diferentes pero simples que no vayan acompañadas de ademanes. 

Señala 12 objetos familiares cuando se le nombran. 

Responde a la pregunta "¿qué es esto? con el nombre del objeto. 

Pide algún tipo de alimento común nombrándolo cuando se le muestra. 

Se quita el abrigo o los zapatos cuando no están atados. 

Indica la necesidad de ir al baño por medio de ademanes o palabras. 

Garabatea. 

Empuja tres bloque como si fuera un tren. 

Hace ademanes sencillos cuando se le pide. 

Camina solo. 

sube las escaleras con ayuda. 

Imita un movimiento circular. 


2-3 AÑOS. 

Obedece a los padres el 50% de las veces. 

Dice "por favor" y "gracias" cuando se le recuerda. 

Trata de ayudar a los padres en tareas domésticas. 

Juega a disfrazarse con ropa de adulto. 

Escoge cuando se le pide. 

Combina dos palabras para expresar pertenencia (auto papá). 

Responde a las preguntas de "¿dónde?". 

Pregunta "qué es esto"? 

Responde a la pregunta "¿quién"? dando un nombre. 

Emplea la forma posesiva de los sustantivos. 

Describe los objetos diciendo que están "abiertos" o "cerrados". 

Se pone los zapatos. 

encuentra la parte delantera de la ropa. 

Agrupa de 3 colores. 

Nombra objetos que hacen sonidos. 

Apila en orden 5 o más aros en una clavija. 

Desatornilla juguetes que encajan unos dentro de otros. 

Patea una pelota grande fija. 

Da una vuelta de campana hacia delante con apoyo. 


3-4 AÑOS 

Canta y baila al escuchar música. 

Saluda a adultos desconocidos, sin que se le recuerde. 

Espera su turno. 

Obedece al adulto en el 75% de los casos. 

Emplea correctamente "es" y "está" al iniciar una pregunta. 

responde a preguntas simples de "¿cómo?". 

Usa el imperativo cuando pide un favor. 

Cuenta dos sucesos en el orden en que aparecieron. 

Evita peligros comunes. 

Se pone las botas. 

Separa objetos por categorías. 

Dibuja un cuadrado imitando al adulto. 

Nombra 3 colores o formas geométricas. 

Camina de puntillas. 

Se mece en un columpio cuando se le pone en movimiento.. 

Traza con plantillas siguiendo los contornos. 


4-5 AÑOS 

Contribuye a la conversación de los adultos. 

Se comporta en público de manera socialmente aceptable. 

coopera con 4 o 5 niños sin supervisión constante.
Emplea el futuro al hablar. 

Emplea oraciones compuestas. 

Emplea el condicional (sería, haría...) al hablar. 

Emplea las palabras "hermana, abuelitos, etc". 

Relata un cuento conocido sin ayuda de ilustraciones. 

Se lava las manos y la cara. 

Retira sus platos y cubiertos de la mesa. 

Se peina o cepilla el cabello largo. 

Se ata los cordones de los zapatos. 

Nombra 8 colores. 

Construye una pirámide de 10 bloques imitando al adulto. 

Nombra la primera, la del medio y la última posición. 

Atornilla objetos con rosca. 

Pedalea un triciclo y da vuelta a una esquina. 

Recorta y pega formas simples. 


5-6 AÑOS 

Manifiesta sus sentimientos: enfado, felicidad , cariño.

Consuela a sus compañeros de juego cuando están afligidos. 

Elige sus propios amigos. 

Dice su dirección. 

Relata experiencias diarias. 

define palabras. 

Coge, lleva y coloca en la mesa. 

Se abrocha el cinturón de seguridad del coche. 

Copia un rombo. 

dice cuál es su derecha y su izquierda. 

cuenta de memoria del 1 al 100. 

Golpea un clavo con un martillo. 

Copia dibujos complejos. 

Recoge un objeto del suelo mientras corre. 

Camina o juega en una piscina con el agua hasta la cintura.

RELACIÓN ENTRE EL APEGO Y LOS TRASTORNOS PSIQUIÁTRICOS

TRASTORNOS PSIQUIÁTRICOS Y EL APEGO


La naturaleza de muchos tipos de trastornos psiquiátricos, los estados de ansiedad y depresión producidos en la vida adulta pueden relacionarse de manera sistemática con los estados de ansiedad, desesperación y desapego descritos por Burlingham, Freud y otros. Estos estados se provocan fácilmente, siempre que se separa a un niño pequeño de la figura materna durante un periodo prolongado, cuando aquél prevé la separación, o cuando la separación es definitiva (Bowlby, 1985; 1998).

También se han realizado investigaciones con el fin de demostrar que los distintos estilos de apego están asociados a ciertas características personales sobre todo con los trastornos de ansiedad, depresión y el trastorno límite de personalidad. Por ejemplo, Buchheim, Strauss, y Kächele (2002) observaron que existía una asociación entre el estilo de apego ansioso, las experiencias traumáticas sin resolver, y el trastorno de ansiedad y la personalidad límite. Rosenstein, y Horowitz (1996) por otro lado, demostraron que los adolescentes con una organización de apego evitativo eran más susceptibles a desarrollar problemas de conducta, abuso de sustancias, trastorno de personalidad narcisista o antisocial, y rasgos paranoicos de la personalidad. Mientras que aquellos con una organización de apego ansioso eran más susceptibles de desarrollar trastornos afectivos o un trastorno de personalidad obsesivo-compulsivo, histriónico, límite o esquizoide